La música es una de esas cosas que nos recuerda, con un pellizco, que crecemos. Nos hacemos mayores y en la banda sonora de nuestras vidas cada vez hay más canciones. Hay temas, incluso, que se repiten y que están grabados a fuego en el recuerdo de distintos momentos importantes que nos han convertido en lo que somos. Hay bandas que estuvieron y que, tenemos la certeza, estarán.
Amaral es una de ellas. Lo pudimos comprobar el pasado jueves en el Teatro El Silo de Pozoblanco, donde el dúo zaragozano realizó el ensayo general, abierto al público, de la gira de presentación de su primer disco en cuatro años, ‘Nocturnal’.
Fue allí, en comunión con alrededor de 800 espectadores entregadísimos, donde descubrimos que, más allá de los gustos personales de cada uno, hay grupos que han estado, están y estarán. Y que hay canciones que son himnos, cuando teníamos 20 años y ahora. Canciones como ‘El universo sobre mí’, ‘Días de verano’, ‘Cómo hablar’ o ‘Salir corriendo’. Ésta mejor si mientras suena se tiñe de morado la mano de ‘Nocturnal’ para convertirla en el símbolo de la lucha contra la violencia machista.
Sí, eso también pasó el jueves en Pozoblanco, sobre un escenario reconvertido en cielo, con constelaciones que se encendían y apagaban, marcándonos el camino, recordándonos lo que fuimos, lo que somos. Porque «si pudiéramos ser algo más que polvo y energía, la luz de las estrellas se extinguiría».
