Vaya semanita que nos viene dando el dichoso Plutón, ¿eh? No sé si serás consciente de que estás viviendo estos días uno de esos acontecimientos que quedará en los libros de texto para la posteridad, aunque seguro que sí te habrás dado cuenta de que esto es algo gordo por todo el bombo que le están dando en todos los medios. Más incluso que a la final de ‘Supervivientes’. ¡Ojo! Que esto ya es un avance…
Y es que esta pasada semana, concretamente el 14 de Julio, la sonda New Horizons, lanzada por la NASA en Enero de 2006, se aproximó a Plutón a una distancia tan cercana como jamás ningún objeto creado por el ser humano ha conseguido hacerlo, unos 14.000 km de distancia tras nueve años de travesía por nuestro Sistema Solar. Para que te hagas una idea: aquel año España sólo tenía una Eurocopa que ganaron en blanco y negro, ningún Mundial, Grecia aún saboreaba el éxito de sus Juegos Olímpicos sin sospechar la que le venía encima y el Cachuli y la Pantoja aireaban su amor a los cuatro vientos a la proclama de «dientes, dientes».
Pero no es mi intención repetir de nuevo lo mismo que llevas leyendo y escuchando toda esta semana, sino que te voy a contar aquello que posiblemente no sepas de Plutón y que nadie te ha contado hasta ahora. Por ejemplo: ¿por qué dejó de ser considerado un planeta? Todos (o la gran mayoría de nosotros que ya empezamos a peinar canitas) nos aprendimos de memoria aquella cantinela que comenzaba con: Mercurio, Venus, Tierra, Marte… y acababa con Plutón. Y de repente un día, de nuevo de aquel 2006, se acordó en un congreso en Praga sacar a Plutón del club de los planetas.
El causante de aquel aciago día para el pequeño planeta fue Eris, un planeta enano descubierto en el cinturón de Kuiper, que por aquel entonces resultó tener una masa mayor que Plutón aunque de diámetro ligeramente más pequeño. Ya existían algunas voces discordantes con el tema de que Plutón fuese considerado un planeta más de nuestro sistema: es rocoso, mientras que los planetas más alejados del Sol empezando por Júpiter son masas de gas (Saturno, de hecho, tiene una densidad tan baja que podría flotar sobre el agua. Pregunta de Trivial semanal), y tiene una órbita alrededor del Sol tan excéntrica respecto al resto de planetas que incluso una de las hipótesis sobre su origen es que fue un planeta errante “captado” por nuestro Sol miles de millones de años atrás. Fíjate si tiene una órbita extraña, que pasa unos 20 años más cerca del Sol que el propio Neptuno, que es el planeta que le antecede.
Fue entonces cuando la comunidad científica se encontró ante la encrucijada: ¿aceptamos Eris como un nuevo planeta? ¿nos cargamos a Plutón? Bueno, para ser honestos, no es que se cargaran a Plutón, si no que se redefinió su estatus a Planeta Enano, al igual que Eris. Se acordó redefinir los términos para considerar a un cuerpo celeste planeta: debería orbitar alrededor de una estrella, tener masa suficiente como para que la gravedad encuentre un equilibrio hidrostático que lo dote de forma esférica y, por último, que haya limpiado su órbita y entorno de otros cuerpos menores primitivos del sistema solar al que pertenezca.
Y esta última es la condición que no cumplía Plutón. Tan pequeño como es (unos 2.400 km de diámetro, frente a poco menos de 3.500 que tiene nuestra Luna), tiene un satélite principal que se llama Caronte. Pero Caronte es un satélite tan grande respecto a Plutón, que no gira alrededor de él, sino que ambos (Plutón y Caronte) giran respecto a un punto que no se encuentra dentro de Plutón sino fuera de su superficie. Es por tanto lo que se conoce como planeta enano doble. Pero no acaba ahí lo extraño respecto a Plutón, sino que existen otros cuatro satélites adicionales, y que giran entorno a ellos dos (Hidra, Nix, Estigia y Cerbero). Es decir, tenemos un mini sistema planetario de dos pequeños planetas girando sobre un punto entre ambos y otros cuatro cuerpos girando en una órbita alrededor de ellos dos. ¡Toma castaña! ¿Pero esto qué es?
Es por eso que la sonda New Horizons nos va a ofrecer tal cantidad de información de este complejo mini sistema que durante los próximos meses los científicos van a estar más excitados que Mariló Montero frente a un cesto de limones. Ya como aperitivo, el primer dato que nos dejó con el culo torcío fue que la superficie de Plutón parece ser mucho más joven que la de Caronte, con lo que el enigma no para de crecer y crecer.
Esperemos ansiosos pues los datos que seguirán llegando, y esperemos que los medios le sigan dando la cobertura que se merece. ¡Hasta la próxima semana!