Paneles solares que funcionan con lluvia

Feliz domingo, mis ávidos lectores. Hoy os traigo una investigación peculiar, una contradicción en sí misma, un oxímoron elevado a la máxima potencia como lo sería una hamburguesa vegana, el café descafeinado, la cerveza sin alcohol o un obispo de izquierdas: un panel solar que genera electricidad cuando llueve.

Sí, amigos: esto era el futuro. Ni monopatines voladores ni leches. Y, tal como pinta, parece un futuro bastante prometedor. Es un secreto a voces (otro oxímoron, por cierto) que los combustibles fósiles nos están destrozando el planeta, aunque a los que se lucran de ello no parece importarles un pimiento. Aunque ya le están empezando a ver las orejas al lobo, y las grandes compañías eléctricas cada vez invierten más en el desarrollo de energías renovables, aunque no siempre con buen criterio, todo sea dicho.

La energía solar es un valor en alza ya desde hace años, aunque nuestro querido ministro Soria (perdón,  EX ministro) se empeñe en ponerle puertas al campo, o más en concreto impuestos al sol, lo que viene a ser equivalente. Pero esta modalidad de obtención de energía no es la panacea, y como todo, tiene ciertas limitaciones algunas de ellas de importante consideración: en España tenemos mucho sol (trabajo poco, pero sol hay a cascoporro), y el señor Soria podrá corroborar que en países de latitud algo más tropical, como por ejemplo así aleatoriamente me viene a la cabeza no sé… Panamá, pues también. Pero, ¿qué pasa a otras latitudes? ¿Qué pasa en los países nórdicos? Con inviernos eternos y oscuros con poco más de cuatro horas de luz diarias y más frío que robando pingüinos, lamentablemente los paneles solares son poco útiles.

Pues una vez más, la ciencia (que no el fútbol) viene al rescate. Y es que un grupo de investigadores chinos ha desarrollado unos paneles solares basados en grafeno que generan energía cuando hace sol, como los de toda la vida, pero que además si llueve son capaces de transformar las gotas de lluvia en energía eléctrica. Chan-chan-chaaaaaaaaaaaaan. ¡Culo torcío forever! Pues sí, tal como suena.

La investigación está aún en fase inicial, pero el fundamento es simple: las gotas de lluvia, como bien sabréis, no están compuestas por agua pura, sino que contienen sales disueltas (principalmente sales de calcio, sodio y amonio). Pues bien, el prototipo de panel que describe el equipo de investigadores presenta un recubrimiento de grafeno, material que, entre otras muchas propiedades, es capaz de disociar los iones de las moléculas de sal en dos capas: una donde se dispondrían los iones negativos y otra subyacente con los iones positivos, generando así una diferencia de potencial entre las dos capas que se traduciría en una pequeña corriente eléctrica.

Por el momento, y al tratarse de sólo un prototipo, han probado su eficacia únicamente con disoluciones de determinados tipos de sal simulando la lluvia, pero no con lluvia real. Queda mucho trabajo por delante para adaptar las placas y que funcionen con todos los tipos de sal que se encuentran en el agua de lluvia de manera natural. Otro reto importante al que se enfrentan los científicos es cómo generar una cantidad de electricidad suficientemente elevada, teniendo en cuenta que las sales del agua de lluvia se encuentran a muy bajas concentraciones.

Aún así, ya os digo que el futuro pinta prometedor, es cuestión de tiempo (atmosférico, por supuesto).

bluebird Comunicación
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