Playa, paella y olé. Muchas veces, los turistas nos ven de esta manera a los que vivimos en esta enorme piel de toro. Es cierto que tenemos unas playas maravillosas, más que muchos otros países y muy diferentes las unas de las otras. También es cierto que la paella es una comida extraordinaria que nos gusta a la mayoría, aunque fuera de Valencia es extraño dedicar el domingo a la tradición paellera. Y no, no todos los españoles sabemos bailar flamenco, nos vestimos de gitanos y gitanas, y nos vamos, castañuelas en mano, por soleás. De hecho, son pocos los que lo hacen. Pero si de un tópico deberíamos estar orgullosos es de nuestro gusto por la cerveza y nuestra cultura de tapas. Además, durante los últimos años, España ha despertado de un letargo productor centrado en las rubias más comerciales para dar paso a una impresionante oleada de cervezas artesanas… ¿Qué mejor momento que ahora, que empieza el calor, para conocer un poco más la cultura cervecera española?
De Galicia para el mundo
¿Y cómo no empezar por mi tierra? Sólo hay una cerveza que me guste más que la Mahou en esta vida, y es la Estrella Galicia. Un poco más peleona —como debe ser, ya que representa nuestra forma de ser—, en todo buen bar gallego podrás disfrutar de esta rubia bien fresquita. No sólo eso, sino que en los últimos meses, cada vez se ve más en el resto del país. Tanto que la marca ha organizado, por segunda vez en 2015, un concurso de tiradores de Estrella Galicia en España. Este año se ha visto más claro cómo una buena cerveza puede extenderse más allá de sus fronteras iniciales, dándole el premio de mejor tirador al jerezano Javier Sánchez, propietario del Bar Gorila de Jerez.
Pero además de la clásica, Estrella Galicia tiene una reserva llamada 1906 que es simplemente maravillosa. Más potente que la Estrella, con más sabor e intensidad, esta reserva especial está, como bien dice el eslogan de su marca madre, exageradamente buena. Entre las artesanas, tengo muchas ganas de probar la Nós, a nosa loira que le llaman («nuestra rubia»), de color ámbar, con malta tostada y aromas de pan y galleta.
Más allá de la Estrella catalana
En Catalunya, de gran parte de las puertas de los bares cuelga el cartel de Estrella Damm, que además de su clásica rubia ha elaborado una especial Damm Inedit junto a Ferrán Adriá con una mezcla de malta de cebada, trigo y aromas de cilantro, piel de naranja y regaliz. Además, durante la última década cada vez más se ve la imagen de la Moritz, una bebida más difícil de encontrar fuera de las fronteras catalanas. Esta segunda, elaborada con agua del manantial de Font d’Or, de Vichy Catalán, y flores de lúpulo en vez de extractos, tiene más aroma y menos amargor que otras cervezas. La que quizás no se sepa que tiene origen catalán en San Miguel, ahora unida al grupo Mahou, cuya primera fábrica se levantó en Lleida. San Miguel es una de las cervezas más internacionales y patrocina decenas de ferias de la tapa —¡oh, benditas ferias de la tapa!— en suelo catalán, pero también en el resto del país.
Además de las cervezas más tradicionales, Catalunya tiene capacidad para elaborar sus propias artesanas naturales. Entre ellas, me gustaría destacar la Montseny Ecolupulus, una rubia de alta fermentación, suavecita y refrescante de tipo Pilsen, elaborada con maltas y lúpulos procedentes de la agricultura ecológica, aunque Montseny tiene muchas otras variantes. Desde Tarragona, otra marca de cerveza artesana es Rosita, fabricada con productos propios de la tierra.
Zaragoza, 100 años de cerveza
Otra de las cervezas que cada vez está más extendida por España es la Ámbar, de la centenaria fábrica La Zaragozana. Tiene multitud de tipos, entre ellas una variante Especial, de tipo Lager con baja fermentación bastante bebible, y dos tipos aptas para celíacos, una Especial y otra sin alcohol, algo que es muy de agradecer en los días que corren.
De la misma fábrica sale también la Bitburger, una rubia que, bebida en cantidades normales, resulta muy agradable al paladar para acompañar a una salida de tapas. Y digo que en cantidades normales, porque si la ruta de cañas se alarga, la Bitburger tiene la capacidad de levantarte un dolor de cabeza… ¡pero no hay problema porque debemos beber con moderación!
Mahou, capital de la clásica
La capital de España debe de ser —y lo digo así, a ojo— la ciudad donde más Mahou Clásica se bebe. En muchos establecimientos —lamentablemente, cada vez menos— tienen un hermoso y sudoroso grifo de la cerveza que muchos llamamos simplemente verde; algunos menos cuentan con botellín de Clásica y en escasísimos —entre ellos, la cafetería de la facultad de Historia de la Universidad Complutense, por ejemplo— tienen botella de tercio de Mahou Clásica. Sí, es mi favorita, pero Madrid tiene muchísimas otras cervezas que disfrutar, además de todas las elaboradas por todo el país.
Entre las más populares, se encuentran las artesanas Cibeles y La Virgen. La primera tiene una amplísima gama de cervezas, que van desde rubias a morenas pasando por distintas variantes con multitud de sabores: cítricos, achocolatados, ahumados… La segunda tiene menos variedades. Entre ellas está la puramente madrileña, una cerveza de baja fermentación, dorada, con sabores clásicos que forman la caña perfecta. Aunque tiene otras variantes interesantes, como la oda al jamón, una más rojiza de sabor tostado.
Andalucía, tierra de rubias y artesanas
En 2014, la zona de Andalucía, el sur de Extremadura y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla fue la primera en ventas de cerveza —un 23,2% del total— según el último informe socioeconómico publicado por Cerveceros de España. A ello contribuyó, sin duda, el número de turistas recibidos y la temperatura. El buen tiempo hace que nos apetezca más una cerveza bien fresquita, ¿y dónde hace mejor tiempo que en Andalucía? Por toda esta tierra, si nos queremos ir a una cerveza más genérica, podremos disfrutar de Cruzcampo, pero no es la única. Para mí, y casi sin ninguna duda, la mejor cerveza andaluza es la Alhambra granadina, y no sólo porque siempre, siempre, siempre vaya acompañada de una estupenda tapa, sino por su sabor. Pero existen otras muchas opciones.
Si vas a Málaga no olvides probar la Victoria, y no, no es que tengas que ir a lamer a la virgen patrona de la ciudad. Lo que debes hacer es ir a tomar un pescadito frito acompañado de una cañita de esta cerveza autóctona bien fresca. Pero otra opción en Málaga es apostar por las tan de moda cervezas artesanas, ya que en esta ciudad del sur acaba de nacer Rebeldía, muy propia para estos tiempos que corren, gracias al amparo del centro social autogestionado La Casa Invisible, la primera cerveza artesana malagueña y, además, con una elaboración que no daña el medio ambiente. ¿Qué más se puede pedir?
Para artesanas hay más sitio en Andalucía. Cádiz cuenta, desde mediados del siglo XIX, con una artesana 100% producida en suelo gaditano, Maier, gracias a la contribución del bávaro Carlos Maier. Al noroeste de Cádiz, las posibilidades de degustación se abren gracias a Tartessos, una artesana onubense con tres variedades, rubia, oro y fresa —¡por supuesto, con fresa de Huelva!—, y que es recomendable beber bien fresquita y en vaso ancho. Si lo tuyo es más la cerveza tostada, tu principal opción estará en Sevilla, donde se fabrica la Taifa, con un diseño de botella con un puntito árabe. Se trata de una elaboración muy joven, con sólo tres años de vida, pero que ha querido impulsar la fabricación de cerveza artesana 100% sevillana, tendencia a la que se han sumado durante los últimos años cervezas artesanas como Debla, Albero o Cárdenas.
Córdoba también se ha subido al carro de las artesanas, con una cerveza musical llamada Son y que cuenta ya con al menos cinco variedades y que recomiendan acompañar, debido a la acidez de su sabor, a un buen pescado. También diferentes variedades, en concreto cuatro, tiene la Cordobeer, que nació a comienzos de 2013 en Los Pedroches, una cerveza de autor elaborada de una manera muy cuidadosa. En la frontera noreste de Andalucía, en tierras jienenses se fabrica la Tierra de Frontera, otra de las cervezas artesanas andaluzas, de fabricación sin filtros ni pasteurización para mantener inalteradas todas sus propiedades organolépticas. TdF, de refermentación y gasificación natural en botella, cuenta con tres variantes, todas ellas muy diferentes a la cerveza industrial de tipo Pilsen mayoritaria en el país.
Dando fin a un viaje por Andalucía llegamos a Almería, donde han surgido dos cervezas artesanas muy diferentes. Por un lado, la Far West, elaborada con pura malta, sin aditivos, sin filtración ni pasteurización y con un ciclo de vida similar al del vino —mejorando con el tiempo—, amén de estar fabricada con un 85% de agua almeriense. Far West tiene tres tipos de cerveza: una rubia más clásica, una roja picante con carácter más vinoso y una negra, con más cuerpo. Por otro lado, está la Origen 1905, la primera artesana de Almería, que ya fabrica en torno a 2.500 litros por semana y con ingredientes muy tradicionales.
Pilsen y negras en Canarias
Si las vacaciones nos llevan a las Islas Canarias, tienen también otras cervezas regionales muy apetecibles. El principal nombre de la Compañía Cervecera de Canarias (CCC) es la Dorada, con una variante especial y otra sin alcohol, todas ellas de tipo Pilsen muy clásicas, pero con mucho sabor. De hecho, su variante Especial fue galardonada en la World Selections y condecorada con dos estrellas por la Superior Taste Awards del Instituto Internacional de Sabor y Calidad de Bruselas. Otro de sus nombres es la cerveza Tropical, una variante muy refrescante y con un amargor muy agradable, y más fresca —pero menos cerveza al fin y al cabo— es su versión radler, con limón.
También en Canarias se encuentra la Viva, del sur de la isla de Gran Canaria y su elaboración se basa, únicamente, en la fermentación de lúpulo y malta, con agua de la isla de Santa Lucía. Cuentan con cerveza negra, pero también con una variante Viva Morena, con envase propio y tapón de porcelana, una cerveza dorada marrón roja de tipo Premium.
La verdad es que tenemos en este país una inmensa gama de cervezas, tanto comerciales como variantes más tradicionales, y la verdad es que no existe lugar aquí para que hable de todas ellas… pero ya tengo muchas ganas de poder probar otras nuevas y seguir ampliando mi cultura cervecera nacional.
Solo una pega: apetece más la cervecita con «la caló» que con el calor. Por lo demás un magnífico artículo que además me ha descubierto cosas que se hacen aquí en el bajo derecha y que no conocía.
Un saludo
En serio!!! las as probado o te pagan para que digas semejante tontería. prueba todas las variantes que ofrece tanto tropical como dorada que son la misma empresa, pero tropical no es variante de dorada. Son cervezas que se fusionaron en su momento. Dorada: Tenerife, la palma la gomera y el hierro. Tropical: gran canaria fuerteventura ylanzarote ….
Pilsen y negras en Canarias
Si las vacaciones nos llevan a las Islas Canarias, tienen también otras cervezas regionales muy apetecibles. El principal nombre de la Compañía Cervecera de Canarias (CCC) es la Dorada, con una variante especial y otra sin alcohol, todas ellas de tipo Pilsen muy clásicas, pero con mucho sabor. De hecho, su variante Especial fue galardonada en la World Selections y condecorada con dos estrellas por la Superior Taste Awards del Instituto Internacional de Sabor y Calidad de Bruselas. Otro de sus nombres es la cerveza Tropical, una variante muy refrescante y con un amargor muy agradable, y más fresca —pero menos cerveza al fin y al cabo— es su versión radler, con limón.
También en Canarias se encuentra la Viva, del sur de la isla de Gran Canaria y su elaboración se basa, únicamente, en la fermentación de lúpulo y malta, con agua de la isla de Santa Lucía. Cuentan con cerveza negra, pero también con una variante Viva Morena, con envase propio y tapón de porcelana, una cerveza dorada marrón roja de tipo Premium.
La verdad es que tenemos en este país una inmensa gama de cervezas, tanto comerciales como variantes más tradicionales, y la verdad es que no existe lugar aquí para que hable de todas ellas… pero ya tengo muchas ganas de poder probar otras nuevas y seguir ampliando mi cultura cervecera nacional.