La sexta gran extinción

La pasada semana os dejé con la miel (más bien fue la hiel) en los labios, cuando os dije que estamos metidos de lleno en un nuevo proceso de extinción. Y como lo prometido es deuda, os debo una explicación, y como alcalde vuestro que soy, esa explicación que os debo os la voy a pagar (espera, creo que esto era de  una peli de Berlanga…).

Al grano. Que sí, que no te estoy engañando, parece ser que estamos sufriendo la sexta gran extinción conocida hasta la fecha en nuestro planeta. Y es que poco a poco, estamos asistiendo a una pérdida masiva de biodiversidad en la Tierra. Como ya os comenté, los otros cinco periodos de extinciones tienen diferentes posibles explicaciones, aunque existen ciertas pautas comunes a todas ellas. Esta vez, sin embargo, existe un factor inédito, algo nuevo que no sólo ha originado el inicio de esta nueva gran extinción, sino que parece ser que está contribuyendo notablemente a acelerar el proceso. ¿Necesitas alguna pista o te arriesgas a adivinar? Exacto. El ser humano. No busques explicaciones esta vez en volcanes, meteoritos, ni siquiera materia oscura. No hay más.

Pero ojo, no te vayas a pensar que estamos hablando solamente del “ser humano moderno”, ése que desde que comenzó la revolución industrial contamina el aire, vierte residuos y vive en grandes urbes que generan cantidades ingentes de residuos, ése que puede estar causando (o no) el calentamiento global. No. Tampoco te pienses que esto de extinguirse empezó hace dos días. Todo comenzó cuando el Homo sapiens inició su expansión desde el continente africano, aprendió a alterar el medio en su propio beneficio, se hizo sedentario y comenzó a quemar grandes áreas de terreno para cultivar, por ejemplo. Algo tan inofensivo como montar un huertecito en esa zona donde había un bosquecito (tralarí, tralará) comienza a alterar el hábitat de ciertas especies que solían vivir tranquilamente en el bosquecito, y así se empieza. Por supuesto, la cosa no paró ahí (si hubiese sido sólo eso, hablaríamos de pérdidas de biodiversidad muy localizadas, claro está). Pero no paró ahí. Luego siguió la caza de grandes mamíferos, la víctima más famosa de aquello fue el Mamut, por nombrar alguna que te resulte familiar. A la caza de grandes mamíferos siguió más caza, ya no habiendo tan grandes pues que sea de mamíferos más pequeños, ya que estamos…

Y el Homo sapiens que sigue en expansión, y sale de África y conquista Europa, y Asia, y se expande, y hace sus huertecitos quemando los bosquecitos (tralarí, tralará), y va alterando la composición del suelo, y resulta que aprende a navegar… Y ahora descubre nuevos sitios con nuevas especies animales que cazar, más bosquecitos que quemar, y ahora también los tala, porque habrá que vivir en algún sitio, ¿o no? Además le coge cariño a algunos de los animales que no mata y se los lleva muuuuy muuuy lejos y surge el fenómeno de las especies invasoras, con su consiguiente impacto en las especies autóctonas, que sufren las consecuencias y… ¡zas! adiós especie autóctona. Y al amigo sapiens le da por conquistar nuevos mundos, y ya no caza para comer, caza porque hay pájaros muy chulos y muy exóticos y molan mucho (ejemplo: el Dodo. Extinto). Que el humano moderno no se libra tampoco, ¿eh? De la cantidad de emisiones de dióxido de carbono vertidas a la atmósfera y que se disuelven en los océanos provocando su acidificación ya ni hablemos…

¿Hace falta que siga? Y no te vayas a pensar que sigo de bajón y en plan catastrofista porque Froilán se va al internado de verano (y es que encima ahora va Chabelita y rompe con su novio… ¡joder!) y por eso te cuento todo esto. No. Hay estudios científicos que avalan que la extinción ya ha empezado. La denominada gran extinción del Holoceno.

Se estima que desde hace unos 12.000 años (cuando Jordi Hurtado empezó a ir a catequesis, año arriba año abajo), se han perdido ya alrededor del 50% de las especies animales y vegetales (te recuerdo que la cuarta extinción ya provocó la desaparición del 96%, casi nada…). El ser humano ha pasado de ser un animal más a ser EL animal. Los cambios y fragmentaciones en los hábitats naturales son tan rápidos, que las especies no tienen tiempo de adaptarse y acaban desapareciendo. Son datos, ni más ni menos. Ríete tú de volcanes y meteoritos. Y la cosa sigue: cada año desaparecen 300 especies.Pero el Homo sapiens sigue a tope: ya casi 7.000 millones. ¡Toma!.

Así que ya sabes. Esto está pasando, y está pasando hoy. ¿Dará tiempo a que nos alcance el próximo asteroide al menos? Tic, tac, tic, tac… ¿La próxima víctima de la extinción del Holoceno? Los pelirrojos. Sí, sí… los pelirrojos.

bluebird Comunicación
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