La ruidosa caída de un líder (en Comunio)

Sí, amigos, el líder ha caído, y dicha caída ha producido un estruendo tan alto que el hasta ahora segundo clasificado ha cambiado su cara cual niño con zapatillas nuevas.

Y es que no estamos hablando de una caída cualquiera: tras 12 más una jornadas fanfarroneando y vanagloriándose ante sus adversarios, su hora ha llegado.

Desde el momento de su caída las ventas de gambas, calamares, almejas y mejillones, así como el “Salchichonil” y “Chorizol” han visto incrementadas sus ventas para que el hasta ahora líder de Comunio pague la deuda él, y sólo él se apostó que ganaría sin sudar.

Después de escuchar de su bocota gorda joyitas como «panda de mindundis, no me vais a coger en la vida» u «hoy me puedo permitir el lujo de no alinear a tres o cuatro, total me recortaréis sólo dos puntos y pasaré a llevaros 62 en vez de 64».

Estoy harto de las quejas de un mindundi que cree que se va a comer un potaje de garbanzos y no va a preparar una paella, no sólo porque el que iba segundo apostara por los garbanzos y no por la paella, sino porque ese que apostó creyéndose ganador ya es odiado y repudiado por los demás jugadores. Esos jugadores que se han contagiado del pique, que habían perdido y que gracias a las chapuzas del ahora no líder creen más en su equipo y no tanto en el del líder.

Ha habido mofas hacia él. Tanto es así que se permite el lujo de escribirte en un mensaje privado por guasap y no escribir en el grupo Amigos en Comunio sólo para decirte que jamás lo alcanzarás. Ese día ha llegado y sólo ha sido un espejismo que jugadores recién salidos de prisión te hagan 16 puntos cuando jornadas atrás suplicabas que no le pasara nada.

Tú, sí tú, ese líder que se encuentra puntos jornada tras jornada, ya ha dejado de creer en su equipo y empieza a pujar por jugadores de los demás contrincantes sabedor de su mala racha, que, por supuesto, nunca volverá a ser buena. Ese líder que no juega a la Quiniela, ni a la Primitiva, ni a la Bonoloto después de hacer 73 puntos habiendo jugado solamente con seis jugadores.

Lo que más me gusta de este juego no son las puntuaciones altas, sino que el líder sea capaz de comprar un par de paquetes de arroz porque se crea capaz de preparar una paella para todos sus contrincantes.

Lo bueno de este juego es que al líder que lo fue durante tanto tiempo le ha bastado una sola jornada para perder el liderato y, aunque lo haya recuperado, lo verdaderamente importante no es la poca importancia que ha tenido su vuelta a la primera posición, sino el ruido que ha hecho al caer de ese tan ansiado y deseado lugar en el que a todos nos gusta estar.

bluebird Comunicación
bluebird Comunicación
bluebird Comunicación
bluebird Comunicación

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.