El Informe Doulas elaborado por el Consejo General de Enfermería puso en boca de todos el papel de las doulas en nuestra sociedad. Un papel que muchos no han entendido y que se ha malinterpretado (o no se ha querido interpretar mejor). Para conocer más a fondo qué es una doula y cuáles son sus funciones, hemos hablado con Ruth Cañadas, asesora de lactancia, doula y fundadora de Otanana.
Ante la polémica suscitada hace unas semanas por el Informe Doulas del Consejo General de Enfermería, ¿qué es una doula?
Una doula es una mujer que acompaña de forma continuada a otra mujer en su camino hacia la maternidad. Nuestra labor principal es dar apoyo, tanto físico como emocional, durante el embarazo, el parto y el puerperio. También dar información, cuando la madre lo pide, siempre basada en la evidencia científica (documentos básicos que utilizamos para informar: Recomendaciones de la OMS, Estrategia de Atención al Parto Normal, Declaración de Fortaleza…).
¿Qué hace y qué no hace nunca una doula?
La doula acompaña a la mujer y le ofrece información cuando ésta se lo pide. Se sitúa al lado de la mujer, sin juzgar, sin aconsejar, sin manipular, ni alentar a nada. Simplemente está con ella escuchando lo que necesita, validando sus emociones, sus miedos, sus preocupaciones o alegrías. Está demostrado que este acompañamiento da seguridad a la madre para vivir el proceso con más tranquilidad y tiene muchos beneficios.
La doula no entra en competencias sanitarias, por lo que no hace tactos, no detecta hemorragias materno-infantiles, no analiza analíticas ni ecografías, no atiende partos, no da consejos sanitarios, no hace terapias…
Las doulas sabemos que las personas de referencia en la salud sexual y reproductiva de las mujeres son las matronas. Trabajamos complementándolas.
Cuando la madre nos pide algo que no entra dentro de nuestras competencias… le recomendamos acudir al profesional correspondiente: matrona, pediatra, psicólogo…
¿Por qué son necesarias las doulas?
Las doulas existimos por la demanda de las mujeres ante una pérdida de tribu y apoyo social. El sistema sanitario actual, tanto público como privado, tiene unas carencias muy visibles. Actualmente las matronas están atendiendo a tres, cuatro o más mujeres de parto en su turno y, muchas veces, no se puede ofrecer una atención continuada: la matrona de tu centro de salud no es la que luego te va a atender durante el parto. Es importante que se contrate más personal sanitario para minimizar estas carencias.
Aparte, el sistema jerarquizado hospitalario está dejando de lado las competencias de las matronas: responsables de la atención en el embarazo y el parto normal. Muchos ginecólogos están asumiendo funciones de las matronas y están interviniendo en partos y embarazos de bajo riesgo, cuando ellos están especializados en patologías. Sólo hay que mirar las estadísticas de intervenciones y de salud perinatal para ver que las matronas han perdido su poder. La cifra asciende a 50.000 cesáreas innecesarias al año en nuestro país, por no hablar de la excesiva instrumentalización de muchos partos. Son datos que a mí me parecen escalofriantes y preocupantes.
¿Está la sociedad española familiarizada con la figura de la doula?
No, no lo está. La figura de la doula lleva funcionando en España desde hace pocos años y no se conocen nuestras funciones. El Informe Doulas no sólo está mal elaborado sino que ha volcado una información errónea y sensacionalista que no está basada en la realidad de nuestros acompañamientos.
Hemos leído que muchas madres se quejan del trato deshumanizado en los paritorios de muchos hospitales por parte de profesionales. Sin ánimo de generalizar, ¿crees que falta empatía?
No me gusta tampoco generalizar. Creo que hay muy buenos profesionales y otros que no sé por qué siguen ejerciendo. No sé decirte si lo que falta es empatía. Yo lo que veo es que hay, simplificando mucho para entendernos, dos formas de trabajar: los profesionales que están al día en cuanto a lo que dice la evidencia científica, que es clara, y los profesionales que están desfasados y no tienen intención de reciclarse.
Las doulas estamos viendo cómo muchas veces los segundos desacreditan a los primeros cuando intentan defender a las mujeres en sus derechos.
Todas las mujeres tenemos derecho a una atención prenatal adecuada y a una información rigurosa y veraz.
Aparte, hay muchos profesionales que infantilizan a la mujer embarazada que quiere informarse mejor sobre el proceso en el que se encuentra. Imagina que vas al cardiólogo por un problema en el corazón y cuando le preguntas por tus arritmias te dice: «A ver rey/reina, túmbate aquí y quédate quieta/o que te voy a explorar, que vienes preguntando y lo primero es lo primero», por ejemplo. Éstas y otras muchas situaciones, que nos parecen absurdas y de una falta de respeto abismal en cualquier otro espacio, se dan muchísimo en los ámbitos de la salud sexual y reproductiva de la mujer.
¿Por qué creer que se ha elaborado un informe que desacredita el trabajo de las doulas?
Veo varios motivos. Sinceramente creo que la crisis parece que nunca va a terminar y hay muchas matronas en paro. Me parece fundamental que se contraten más matronas en el sistema de salud actual porque son muy necesarias y las pocas que hay están desbordadas.
Hay un intrusismo claro que el Informe no menciona y es el de algunos ginecólogos que están asumiendo competencias propias de las matronas. Quizás es más fácil ver al más débil como enemigo, en este caso las doulas y las propias mujeres.
El Informe dice que la violencia obstétrica es un invento de las doulas. La violencia obstétrica existe y está reconocida por la OMS. Por desgracia muchas doulas estamos presenciando esa violencia. No es de extrañar que nos quieran fuera de los paritorios.
En el informe doulas se habla de prácticas canibalistas, ¿qué hay de cierto en ello?
El Informe dice que las doulas somos sectarias y que alentamos a las mujeres a comerse su placenta y, por lo tanto, al canibalismo. Por partes, las doulas no alentamos a las mujeres a hacer nada. Algunas mujeres deciden tomarse un poco de placenta tras el parto.
¡No se come la placenta entera! Se corta un trocito muy pequeño, se limpia y se bate con mucha fruta. No es para nada un acto caníbal y desde luego que, en todo caso, se debería respetar la decisión de la madre, si es ella quien decide hacerlo.
Empieza a haber estudios que hablan de que su ingesta tras el parto tiene grandes beneficios desde el punto de vista nutricional y médico.
Me parece importante que las mujeres tengamos acceso a una información rigurosa y basada en la evidencia científica para, desde ahí, poder tomar nuestras propias decisiones.
Doulas y matronas, ¿cuáles son las tareas que tienen asignadas, cada una, en un parto? ¿Trabajan mano a mano?
Según la FAME (Federación de Asociaciones de Matronas de España) durante el parto éstas serían las funciones de las matronas:
- Prestar cuidados y asistencia a la madre durante el parto y supervisar la condición del feto en el útero mediante los métodos clínicos y técnicos apropiados.
- Atender el parto normal cuando se trate de una presentación de vértice, incluyendo, si es necesario, la episiotomía y, en caso de urgencia, atender el parto en presentación de nalgas.
- Reconocer en la madre o en el niño los signos indicadores de anomalías que precisen la intervención de un médico y, en su caso, asistir a este; adoptar las medidas necesarias en ausencia del médico, en particular la extracción manual de la placenta, seguida en su caso del reconocimiento manual del útero;.
- Reconocer y prestar cuidados al recién nacido; adoptar todas las iniciativas precisas en caso de necesidad y practicar, si llega el caso, la reanimación inmediata.
- Asistir y supervisar los progresos de la madre después del parto y prestarle el asesoramiento necesario en relación con los cuidados al niño para que pueda garantizar el progreso óptimo del recién nacido.En resumen, durante el parto la matrona es la responsable de controlar la salud de la madre y del bebé y de detectar algún problema para derivar donde corresponda.
La doula durante el parto está junto a la madre para acompañarla en sus necesidades: darle agua, prepararle un paño con agua fresca para que se remoje, bajarle la luz para que no le moleste, escucharla, validar sus emociones y sus cambios de opinión, darle seguridad, ofrecer apoyo continuado…
Como puedes ver, las funciones de una y otra no tienen nada que ver.
¿Cuáles son los problemas más habituales a los que se enfrenta una doula? Hablo de temas administrativos, sociales, etc. ¿En general lo tiene fácil para desarrollar su trabajo?
Los problemas más habituales son el desconocimiento y los prejuicios. Es lo que he estado viendo estos días con todo el revuelo que ha generado el Informe. Yo, por suerte, nunca me he encontrado con ninguna dificultad a la hora de realizar mi trabajo. Las matronas con las que me he encontrado me han acogido siempre desde el respeto y la admiración. Respeto que ha sido mutuo.
También existen los problemas administrativos. Como no está regulado parece que no existe y muchas tenemos que poner, por ejemplo, un epígrafe como autónoma que no dice lo que somos.
Y por último, se ha hablado mucho del tema económico. El acompañamiento en el parto, ¿debe ser un trabajo remunerado?
El proceso de acompañamiento que yo realizo en embarazo, parto y posparto es más o menos así:
Nos vemos mínimo dos veces antes del parto para ir conociéndonos y ver qué necesidades tiene la mujer. Esas visitas, que pueden ser en casa de la mujer o el otro lugar donde se sienta cómoda, tienen una duración de entre una hora y media y dos horas.
En la semana 37 empieza mi guardia, por lo que en cualquier momento la mujer me puede llamar para que vaya a estar con ella. Estoy disponible 24 horas. Me puede llamar a las cuatro de la madrugada y estoy preparada para irme en cualquier momento. La guardia dura hasta el día del parto, semana 39, 41 ó 42… Puedo estar de guardia cinco semanas, lo que significa que toda mi planificación familiar y de vida se limita. Incluso duermo con el móvil encendido al lado. El día que me llama voy cuando me dice y la acompaño durante todas las horas que dure el parto, más dos horas después del nacimiento del bebé. El último parto fue una inducción y estuve con la madre 39 horas.
La primera visita de posparto la realizo durante las 24 horas siguientes al parto y la siguiente cuando la madre lo pida, puede ser a la semana o a los 10 días…
Acompañar a las mujeres a mí me supone gastos de gasolina y comida, aparte de la logística y organización familiar, como en casi todas las profesiones. Cuando yo empiezo una guardia, mi chico también la empieza, porque en cualquier momento yo desaparezco.
¿Por qué no tendría que cobrar por acompañar un proceso continuado y en exclusiva?
Actualmente pagamos a asesores de imagen, entrenadores personales de fitness, asesores en la finanzas, consultores de todo tipo… Pero justo el tema de las doulas está mal visto. No sé si estará relacionado con que somos mujeres las que acompañamos a otras mujeres. El tema de los cuidados y la maternidad en esta sociedad queda relegado a un segundo plano y está infravalorado. Lo que veo es que si es gratis perfecto, pero si tiene un coste ya empiezan las críticas.