Hace ya unos cuantos años (199.. y tantos) me topé en mi trabajo con un señor, ya un poco entrado en años, al que le tuve que requerir su DNI para poder realizar una venta.
Su nombre me resultó un tanto curioso, Wladimir era su nombre, al menos el que aparecía en el documento. No puede aguantarme y le pregunté de dónde provenía su nombre, si tenía ascendientes rusos…. Un hombre español, de cerca de 70 años, con ese nombre me parecía del todo curioso y sorprendente.
Me contó el buen hombre, con un poco de nostalgia y a la vez de alegría, que ese nombre fue el que su padre eligió para él cuando nació, por su apego a la Unión Soviética, y con el que le inscribieron, pero que ese no había sido siempre su nombre. Durante 40 años había tenido otro nombre, Juan de Dios.
En un primer momento pensé que el viejecito se estaba quedando conmigo, pero su cara no mostraba precisamente una mueca de chiste, y continuó relatándome que, cuando acabó la Guerra Civil, su padre tuvo que renovar alguna documentación, al ver los funcionarios y el cura del pueblo el nombre de Wladimir “instaron” a su padre a cambiarle el nombre al muchachete, no podría llamarse Wladimir, pero tampoco le dieron a elegir libremente su nuevo nombre. No sé si como castigo o recompensa por haberse atrevido a colocar ese nombre a su hijo, le dieron la oportunidad de elegir su nuevo nombre entre Jesús María y Juan de Dios, y durante los siguientes 40 años mi buen amigo Wladimir paseó su nuevo nombre de Juan de Dios por la península.
40 años estuvo este hombre llamándose Wladimir en su casa, a escondidas, y Juan de Dios en la calle, hasta que en los años 80 otro buen hombre, un funcionario, se percató de qué en su partida de nacimiento aparecía un nombre diferente al de su DNI, proponiéndole el cambio de nuevo y regresar a su verdadero nombre de Wladimir.
A Wladimir o Juan de Dios, como queráis llamarle, la verdad que ya le importaba un cipote lo que le pusieran en el DNI, pero accedió al cambio y a cederme con orgullo su carné para hacerle la fotocopia como Wladimir.
No sé yo si, en aquellos tiempos, a Pablito Iglesias, el coletas, le hubieran permitido un nombre tan populista, socialista y bolivariano, y ahora tendríamos que venderlo como un Juan de Dios Iglesias como Dios manda, eso sí con coleta.
Modesto Sánchez o Chaplin WLADIMIR.