Esta es la historia de un amor —de un «amor sin fin», como dicen Las XL en su espectáculo— que comenzó cuando Marta Sitjà fue a ver una actuación de Degustando Placeres y se tomó unas cañas con Irene y Núria. «Estuvimos tan felices, tan relajadas, tan empoderadas, tan cuidadas… que pensamos que si eso lo había conseguido una sola actuación, tejer una gran red de humor feminista podía cambiar el mundo», me cuenta esta última unos días antes de subir el telón del Festival Coñumor, el primer festival de humor feminista creado por mujeres para acercar el feminismo a todo tipo de público. Será el 29 de septiembre de 16 a 21 horas, en la terraza de la Casa de Vacas del Parque de El Retiro de Madrid. Un festival al aire libre y gratuito (hasta completar aforo), para mayores de 16 años.
El festival comprende una oferta muy variada de actuaciones: monólogos, clowning, improvisación teatral, espectáculo musical, stand-up comedy y conciertos. Para esta primera edición contará con Alicia Murillo Ruiz, Elsa Ruiz Cómica, LAS XL, Irantzu Varela, Degustando Placeres, Patricia Sornosa, La Otra y Jhana Beat. Su pretensión es conseguir una visión crítica en los espectadores, que se movilicen, se retuerzan en los asientos y reflexionen sobre el mundo que les rodea. Eso sí, mientras se ríen, bailan y se divierten.
«Creemos que el humor es una herramienta muy potente y transformadora, una herramienta fantástica para llegar a la gente y poder así conseguir transmitir los valores que consideramos imprescindibles para generar cambios a nivel social, político y cultural», explica Núria.
Bienvenides a la nueva ola del feminismo: ¡la ola de la diversión!
¿De qué se ríe Coñumor, Núria?
Coñumor se ríe del Patriarcado. El humor feminista es fundamental para darle duro, para podernos reír de los privilegios de aquellos que oprimen y se siguen riendo y haciendo chistes sobre aquellos colectivos que estamos abajo: mujeres, niñes, personas LGTB+, personas racializadas, con diversidades funcionales… Tenemos que reírnos de lo que ellos no son capaces de reírse, que es de ellos mismos. En cambio, las personas que hacemos humor feminista partimos de nosotras, de nuestras vísceras y conseguimos así transgredir esa norma, cambiando la dirección del humor: de abajo arriba.
¿A quién esperais y quién creéis que, ni de coña, va a asistir a Coñumor?
¡Esperamos a mucha gente! [Risas] Sobre todo nos encantaría encontrarnos personas que ni sepan cómo han acabado allí, porque ese es el público realmente a quien le viene escuchar chistes feministas. Seguro que más de alguno —y hablamos refiriéndonos a hombres cisgénero sobretodo— se va avergonzado pero, pensamos que es un buen comienzo para empezar a plantearse sus privilegios y sus acciones.
¿Por qué no hay mujeres en los festivales de humor?
No hay mujeres porque se han silenciado, no se les ha dado el valor que tenían. La mayoría de los programadores, los directores, los gestores culturales son hombres (cisgénero) que piensan que el humor hecho por una mujer es exclusivo de mujeres, nuestros chistes parece que no les hacen tanta gracia —será por algo— y prefieren programar a un cómico que es un hombre cis que hace humor para ¿hombres cis? Es una incoherencia. El sistema patriarcal es un sistema de poder, en el que es mejor no dejar a ninguna feminazi meter cabeza, que luego no le ríe los chistes sobre su suegra en las cenas de navidad.
¿Se puede matar al Patriarcado de la risa?
En verdad no queremos matar a nadie, preferimos que ya él solito se extinga. Lo que sí nos gustaría es que, mientras siga aquí, se muera de vergüenza. Pensamos que el humor es una buena forma de interpelar, conectas con lo que está pasando en escena y además estás pasando un rato divertido. Para exterminar el Patriarcado, necesitamos que esos hombres (sobre todo los privilegiados nivel top: hombres cisgénero blancos heterosexuales, sin diversidades funcionales y de clase alta) primero miren para dentro, asuman que tienen estos privilegios y hagan algo para cambiar. Un ejemplo rápido: ¿Cuántos hombres cis reirán chistes sexistas (racistas / LGTBfobos….) de sus compañeros de trabajo que no les hagan nada de gracia? Pensamos que así será la única forma de que extinguir el patriarcado, si ya hemos intentado desde otros medios, ¿por qué no hacerlo desde la diversión?
Decía Gloria Fuertes que un hombre no puede ser poeta, si acaso poeto. ¿Pasa lo mismo en este gremio? ¿Los hombres no pueden ser humoristas, sino humoristos?
El lenguaje cambia como cambia la sociedad, el lenguaje construye pensamiento y somos nosotres los que cambiamos el lenguaje. Si aceptamos cómicos, ¿por qué no humoristos? La sociedad avanza y es importante visibilizar y actualizarse. Lo ideal sería empezar a hablar con un lenguaje más inclusivo, donde ni siquiera tendríamos que plantearnos la dicotomía masculino / femenino… ¿Quizás humoriste es el futuro? Seguro que más de una persona que no se identifica con estos géneros lo agradece. Nosotras queremos dirigirnos a todes.