Cambio climático: que sí… que no… ¿que caiga un chaparrón? (I)

Esta semana me ha dado por ponerme en plan catastrofista, y no sé muy bien por qué. Quizá enterarme de que quieren mandar al pobre Froilán a un internado ha podido influir en mi estado de ánimo… En fin, es ponerme a pensar en catástrofes y lo primero que me viene a la mente es el calentamiento global y sus consecuencias apocalípticas… (bueno, lo segundo: en realidad lo primero que me viene a la mente es el Mundial de Brasil).

Que el clima está cambiando es ya evidente, no es ningún secreto y tampoco hace falta ser especialmente espabilado para darse cuenta. Las preguntas que surgen son variadas: ¿Lo estamos provocando nosotros? ¿Es irrevocable?, o quizá la más común sea: ¿Es para tanto? Como en toda discusión, aquí no parecen existir más colores que el blanco y el negro, o estás conmigo o contra mí. Mi intención cuando acabes de leer es que comiences a trabajar tu escala de grises. O bien puedes unirte al grupo del blanco o del negro, como quieras, pero que no lo hagas “aborregado” sino que lo hagas con conocimiento de causa. Pongamos entonces a trabajar nuestra faceta científica, y vayamos a los hechos.

El agujero de la capa de ozono

Mucha gente se pregunta: ¿por qué si las principales emisiones de gases causantes de la destrucción del ozono se producen sobre países “desarrollados” del hemisferio norte (ojo a las comillas, no vayamos a herir susceptibilidades) el agujero está sobre la Antártida, en el hemisferio sur? Este es uno de los argumentos de los que niegan el papel del hombre en el calentamiento global. Pues bien, la razón es simplemente que los gases no son estáticos, por tanto fluyen a lo largo de la atmósfera (imagina que las nubes  estuviesen siempre en el mismo sitio, menuda putada para el que tenga debajo una casa con piscina). En el polo sur, las temperaturas son extremadamente bajas (generalmente todo el año, pero más en concreto durante el invierno austral) debido a una gran masa de aire frío cargada de cristales de hielo conocida como nube estratosférica polar. Este frío extremo y los cristales de hielo aceleran el proceso de degradación del ozono producido por los agentes destructores (principalmente CFCs) emitidos a la atmósfera. El efecto en el ártico (polo norte) es mínimo comparado con el polo sur, porque el invierno, aunque pueda parecer mentira, no es tan extremo (ten en cuenta que el ártico es una mera acumulación de hielo flotante sobre el mar, mientras que en la Antártida existe un continente bajo el hielo de 14 millones de km2que permite una acumulación de hielo bestial). Si continúa la acumulación de gases, ¿puede producirse también un agujero en el ártico? En teoría, sí es posible. Los datos actuales muestran una disminución del grosor de la capa de ozono en Siberia y norte de Canadá, aunque apenas ha variado en los últimos años. ¿Buena noticia? La emisión de CFCs a la atmósfera ha cesado desde la aplicación del Protocolo de Montreal en los 90, pero la completa desaparición de los gases acumulados no se producirá antes de varias décadas. Mientras tanto, el agujero de la Antártida sigue creciendo, aunque parece que más lentamente. Algún gobierno de algún país, de cuyo nombre no quiero acordarme, lo llamaría “desaceleración positiva”. Y una desaceleración positiva es algo bueno, ¿no? ¿eh?. La cuestión es, que a veces disminuye… pero luego crece… y el efecto es que actualmente es mucho mayor que hace 40 años. Pero ojo, que no todo son CFCs. El CO2 y el propio vapor de agua son considerados gases de efecto invernadero y también influyen. Y esos también los produce la Tierra.

Efecto invernadero y el aumento global de temperatura

Justo lo acabo de mencionar. Es la principal causa del incremento global de temperatura. Los gases de efecto invernadero se acumulan en la atmósfera, provocando que buena parte de la radiación procedente del sol no se vuelva a liberar al espacio. ¿Entonces es malo el efecto invernadero? Pues como tal, no. Sin efecto invernadero, la temperatura superficial del planeta rondaría los -20°C. Y eso sería fatal (creedme, aquí un servidor vive en Suecia, y tener -20°C no mola nada). El efecto invernadero por lo tanto, generado por el CO2 y el vapor de agua en la atmósfera, es en buena parte responsable de que haya vida en la Tierra. ¿Entonces no es malo? El aumento del efecto invernadero, sí. Es como tener alto el colesterol. El problema es que la actividad industrial, la combustión de carbón y petróleo, está generando una devolución acelerada de estos gases a la atmósfera durante los últimos dos siglos, muchísimo mayor de la que ocurriría de manera natural, y la consecuencia es el aumento rápido y progresivo de la temperatura global. Cierto es también que en periodos geológicos anteriores, existieron fluctuaciones importantes de la temperatura (piensa en las glaciaciones, por ejemplo, que ocurren de forma cíclica en nuestro planeta), y que también hubo períodos más cálidos que los actuales. También es cierto que eran condiciones orbitales y geológicas de la Tierra diferentes a las actuales. Muchos científicos consideran que estamos en un periodo interglaciar, y que el aumento progresivo de la temperatura es algo inevitable y que tiene que pasar sí o sí, porque ya ha pasado antes. Último dato para la reflexión: la predicción de aumento de temperatura para los próximos 100 años se estima entre 2-6°C. La última vez que hubo un cambio climático “natural”, hubo un aumento de 5°C y llevó 5.000 años. Espero que tengas una calculadora a mano…

Y aquí lo vamos a dejar por hoy, pero hablaremos más del tema en próximas semanas. Reflexiona y decide cuál es tu opinión, que algunos datos interesantes ya tienes para darle al coco. El primo de Rajoy lo tiene claro. ¿Y tú?

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