¡¡Yo voto!! Y lo tiro donde me da la gana

Se dice, se comenta, se oye el run run de que pronto, ya mismo, hoy (25 de Mayo, para l@s poc@s que sepan la fecha) hay elecciones al Parlamento Europeo. Y yo reflexiono y me pregunto y me respondo (a mi mismo, porque soy muy de hablarme a mi mismo) varias cosas mirando en derredor y viendo el panorama.

Continuamente, todos los días, debido a mi situación laboral, a la de los demás, a “la que está cayendo”, a la “puta crisis”, a la impunidad con la que un@s cuant@s se han puesto, se están poniendo y se pondrán a costa de varios millones de gilipollas que los votamos y “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, a 10.000 razones que veo y palpo  me hacen pensar en si esta situación se puede cambiar y qué puedo hacer yo en concreto.

Indudablemente para que una acción aislada cambie las cosas estaríamos hablando de algo demasiado grande y, con toda seguridad, demasiado doloroso para muchísimas personas y no es por ahí por donde quiero ir, al contrario, hablo de que está en nuestra mano, en nuestro día a día para facilitar que las cosas mejoren.

Vivimos en una Democracia, muy cuestionada últimamente por ciertos sectores (en los cuales me incluyo) y con muchísimos aspectos que mejorar, amparada por nuestra amada e intocable (según para qué) Constitución de 1978, a la cual ya le van haciendo falta unos cuantos retoques, pero claro Cómo, en Qué artículos, de Qué manera y por Quién es algo que debemos decidir entre tod@s (se supone, ya que estamos en democracia). Y es aquí donde quiero llegar, al instrumento que La Constitución nos proporciona (el derecho a VOTO) la herramienta con que contamos para dar nuestra opinión y hacerla valer, con ocasión de elecciones (como es la fecha que nos atañe) o de referéndum (esa figura de consulta ciudadana que tan excepcionalmente se usa en éste nuestro territorio patrio, no sea que halla un nº tope de usos y se vaya a agotar).

A poco que echemos la vista atrás (los  casi cuarentones) o hagamos uso de nuestros libros de texto de Historia o de alguna batallita, historieta o anécdota de nuestros padres (ni siquiera abuel@s) seremos conscientes que hace menos de 40 años el “sufragio universal, libre, igual, directo y secreto” brillaba por su ausencia.

Y hoy, a pesar de una Ley Electoral injusta y poco ecuánime (pero es la que tenemos hasta que decidamos votar por mayoría a algún partido proclive a cambiarla), tenemos derecho (y bajo mi opinión: DEBER) a votar a aquel partido con el cual estemos más de acuerdo o se identifique con nuestra forma de pensar y proceder. Y es de esta forma con la que desde hace 36 años se vienen cambiando las cosas en este país, a través de las decisiones de los representantes de las Cámaras, elegidos por el pueblo.

No es nuevo si hablamos del floreciente, de un tiempo a esta parte, desencanto hacia la política por parte del personal, en general, y de una juventud cada vez más apática hacia temas de relevancia social y políticos. Y esto último me enerva soberanamente, el ver como el conocimiento crítico que se forma en la adolescencia y post-adolescencia se ve arrasado en nuestras jóvenes generaciones por la importancia de unos grandes bíceps y unas buenas berzas para triunfar en la sociedad.

Pues irremediablemente esto desencadena uno de los grandes fracasos democráticos de nuestra historia reciente, la ABSTENCIÓN. Una abstención que refleja el descontento de la sociedad hacia una clase política agarrada al poder cual salamanquesa a una pared de gotelé gordo y/o una falta de interés propiciada por la falta de cambios y actuaciones políticas REALES. Cansad@s de (y cito a mi amada Diana Aller) tener la gran suerte de que los dos grandes partidos demócratas se puedan alternar para pastorearnos mirando por nuestra salud, educación, empleo y economía. La abstención, esa contra la que luyan en sus mítines (con la boca pequeña) el PPSOE y que tanto les favorece, esa es la gran responsable de las mayorías absolutas (de las que tan enemigo soy).

MAYORÍA ABSOLUTA como la que hoy padecemos en España y que legitima a gobernar de forma caciquísta a base de decretazos y leyes acordadas y votadas de forma unilateral por los representantes parlamentarios libremente elegidos en las urnas en Noviembre de 2011 con una abstención, más que significativa, del 28,71 %.

Si hablamos de las Elecciones al Parlamento Europeo de 2009 la abstención fue del 54 %. Cuesta acercarse al colegio electoral si sumamos a la falta de interés, el ejemplo de presteza y alegría en elegir cadidat@ de los grandes partidos para estas elecciones.

Pero si somos observadores (y no hace falta serlo mucho) muchas de las actuaciones políticas nacionales vienen subyugadas a una política común europea decidida en base a los resultados de estos comicios.

Europa está allí, lejos y es cierto que quizá estemos poco informados (y eso depende de cada uno) de las decisiones que se toman en ese parlamento tan grande y lejano, pero nos atañe mucho muchísimo, así que dejar nuestro voto en manos del voto de otros (46 % en 2009) no me parece muy responsable.

Así que ¡¡YO VOTO!!  Y votaré lo que me apetezca, en aquello que crea ya que para eso es universal, libre, igual, directo y secreto. Y los representantes del PPSOE que hablan de voto útil o de que si no los votas a ellos, es tirarlo a la basura, ya les digo y les aviso que YO LO TIRO DÓNDE ME DE LA GANA. Pero a mí, particularmente, hace mucho que no me engañan, ni me convencen; si el movimiento se demuestra andando, ellos están demasiado parados e impertérritos ante tragedias sociales (en 2013 hubo 48 mujeres muertas y 5 niñ@s por violencia machista y 39.000 desahucios de 1ª vivienda) para las que pueden tomar medidas y no lo hacen. Que en materia de salud, educación, empleo y economía ya vemos que están tomando medidas muy satisfactorias (para ell@s) y con resultados muy gratificantes para su rebaño (o plebe).

Así que ¡¡ YO, VOTO y LO TIRO DÓNDE ME DA LA GANA!! Con el mío que cuenten, pero no para ell@s.

bluebird Comunicación
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4 Comentarios

  1. Supones mal. Algunos sectores no cuestionan la democracia para derribarla, sino para mejorarla. Como apuntas, el fin de la democracia es elegir un gobierno sin matarnos en el proceso, pero el proceso está condicionado por un reglamento muy mejorable. Y el reglamento se debería poder tocar sin que explote el sistema.

  2. A mi forma de ver hay mucha gente que nunca quiso entrar en Europa y que siguen pensando que no fue buena idea, no creo que sea un 54%, pero igual sí ese 26% de diferencia frente a la abstención en las generales, a mi forma de ver, eso también es votar, pues como eso no lo pueden elegir en las urnas porque no hay una papeleta ni partido que lo valore, con su ausencia están diciendo que nunca se debió entrar en Europa y que prefieren salir de ella, y créeme que son bastantes los que así opinan.

  3. Por otro lado les ha salido bien la jugada en el aspecto de que las juventudes no estén interesadas por la política, pues en un sistema con una educación obsoleta, destinada a convertirte en un engranaje de una gigantesca cadena de producción dirigida por los mismos que luego nos mangonean, es fácil perder el interés, si ves a tu padre eslomarse a trabajar para vivir precariamente mientras, en la televisión sacas más con un montaje o en cualquier reality, o ves como el gobierno y los bancos se lo llevan calentito robando aquello que entre todos vamos pagando, tiene que ser duro vivir con eso, yo lo hago, pero igual mi hija no lo ve tan claro y me parece fácil que tome la decisión de pasar de todo para acabar ganando un salario de mierda después de estudiar media vida, mientras ve a gente que en la tele por tener un buen cuerpo acabas en un reality o puedes liarte con un famoso, o mi futuro hijo decida jugar al fútbol y sacarse un pastón, o venderse a las juventudes políticas y tragar todo lo que le echen con tal de entrar en un partido y trincar lo que pueda, salvo que en este caso no pasarían de la política, en fin, que tal y como han establecido el juego es fácil que las nuevas generaciones se desmoralicen viendo el panorama y pasen de todo, y no nos engañemos, eso también lo han orquestado los mismos que nos gobiernan a nivel mundial, no hablo del PPSOE si no del poder económico por encima de los gobiernos.

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