Y una Ministra para contagiarlos a todos…

Ya lo dijo Fernando Arrabal: ”El mineriarislirismo va a llegaaaar”. Y llegó. Y llegó de la mano de nuestro querido gobierno y la Ministra Mato, que si la pobre mujer no era consciente de que tenía un Jaguar en el garaje, ¿cómo iba a predecir que España se convertiría en el primer país no africano donde se produce un contagio de ébola? Que luego digan que no somos pioneros en nada, con dos cojones.

Ante todo, que no cunda el pánico. He de confesar que confío plenamente en los servicios sanitarios de nuestro país, que después de vivir en el extranjero ya casi cinco añitos ve uno cada cosa que echa de menos a la seguridad social española. Los responsables últimos, los que están al mando… eso ya es otra cosa. Y es que después de ver la rueda de prensa de anoche, que más que rueda de prensa parecía un híbrido de mala calidad de Pasapalabra y Furor (en algún momento eché en falta algún grito de “popurrí popurrí” por parte del público durante la comparecencia), he llegado a la conclusión de que puede asustar más un ministro que un virus. Y de qué manera.

Porque es cierto que el contagio no es como el de un resfriado, o una gripe, así que no te asustes más de la cuenta. Es cierto que estamos ante un tema delicado y hemos de ser cautos, pero no esperes un apocalipsis zombie ni nada parecido. Sin entrar en detalles (este domingo en la sección de ciencia hablaremos largo y tendido, y te daré toda la información que necesitas saber sobre el ébola), se necesita un contacto directo bien con exudaciones y fluidos corporales de un paciente infectado, y aún así eso no garantiza la infección, uno puede portar el virus y no desarrollar sintomatología, lo que quiere decir que el virus no ha sido capaz de prosperar y por tanto no es capaz de propagarse y contagiar.

Pero lo de anoche huele a chamusquina por tantas evasivas. Resulta que la primera sintomatología se detectó el 30 de septiembre… ¿y ayer, 6 de OCTUBRE, se habla del contagio? Vamos a ver… no me jodas, Ana Mato. Los periodistas ya no se podían creer a lo que estaban asistiendo y empezaron a preguntar lo que todos nos estábamos preguntando: ¿cómo puede ser? Primera respuesta: es que la sintomatología al principio era leve… no había fiebre DEMASIADO alta… Tócate los huevos (otra vez). Esa Ministra que ya no sabía dónde meterse, que no dice ni pío, y que sigue cediendo la palabra a subalternos y de repente dice: estamos estudiando cuál ha sido la fuente del contagio (en realidad dijo contacto, pero bueno… no hagamos sangre). ¿CUÁL HA SIDO LA FUENTE DEL CONTAGIO?

Nadie sabe nada. Al final parece que la paciente va a tener un resfriado, y que somos unos exagerados. O quizá sea la herencia recibida. Sinceramente, amigos lectores, estoy esperando a ver cuánto tiempo tardan en echarle la culpa a Pablo Iglesias, porque como lo que espere son dimisiones, me va a dar el sol.

bluebird Comunicación
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