El 16 de marzo de 2010 en territorio francés fue la fecha del último asesinato de la banda terrorista ETA. Un año antes de que el 20 de octubre de 2011 se pusiera el fin a la violencia con un comunicado de la propia ETA donde señalaban su cese definitivo de las armas. Casi tres años que no ha habido un crimen de ETA, tres años donde Euskadi con un gran papel de la izquierda abertzale ha devuelto la paz a la sociedad vasca. Casi tres años que se acabó los atentados y asesinatos terroristas. Casi tres años que el PP no puede vivir sin ETA…
El comunicado del cese definitivo se produjo justo un mes antes de que el señor Mariano Rajoy ganara unas elecciones de las que ha hecho la mentira su gran señal de identidad. Mentira: gen genético del ADN del Partido Popular por los siglos de los siglos.
Dejemos la política de Mariano Rajoy que ya todos conocemos y solo nos queda un año si los ciudadanos de este territorio quieren. Vayamos a la sustancia de este artículo. Con el actual gobierno popular, ETA no ha vuelto a matar y además la izquierda abertzale consiguió ser la segunda fuerza más votada en las últimas elecciones al Parlamento vasco celebradas en octubre de 2012. Bildu que engloba a todos los partidos de la izquierda abertzale aglutina más del 25% de la población vasca, la misma que durante muchos años ha sido ilegalizada de forma incompresible y de la manera más ruin y mezquina protagonizada por el miedo de un partido con genes franquistas y fascistas.
La actual crisis en todos los ámbitos y que está dejando a este país destrozado ha hecho que a todos esos sectores que se manifiestan contra el gobierno actual sean calificados como etarras. Porque Ada Colau es ETA, la PAH es ETA, abortar es ETA, ser republicano es ETA, Pablo Iglesias es ETA, Podemos es ETA, los comunistas son ETA, los estudiantes que salen a la calle a defender sus derechos son ETA, la sanidad pública y sus profesionales son ETA, el periodismo de denuncia contra el gobierno popular es ETA. Los tuiteros son ETA. Tú eres ETA. Yo soy ETA.
Porque quien abrió esta veda y de una manera impune fue el actual ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz. Ese señor declaró que el movimiento de la PAH con los escraches a diferentes domicilios de dirigentes populares tenían relación con ETA, como días después comparó que el aborto y ETA tienen algo que ver. La máxima persona en velar por la seguridad de la ciudadanía española se despachaba a gusto utilizando la palabra ETA de la manera más miserable. El mismo ministerio que un jefe de prensa en enero de este año se dedicó a filtrar a los medios de comunicación unas detenciones contra miembros de ETA cuando aún la policía no había detenido a nadie.
La última perla ha sido en la mañana de ayer cuando la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre ha retado a Pablo Iglesias a donar los dineros recaudados para demandarla a las víctimas de ETA. Lo dice una señora que durante toda su presidencia en la comunidad madrileña ha ninguneado y pisoteado el honor y dolor de los familiares del 11-M, el mayor atentado terrorista en este país y que lo protagonizó Al Qaeda.
Casi tres años después del cese definitivo de las armas por ETA, los miembros del PP han convertido esta palabra para denominar todos los movimientos democráticos de la oposición. No tienen escrúpulos algunos para seguir usando con total libertad la palabra ETA. Su palabra favorita para tapar esa pésima gestión que los tiene ahogados con el paso de los días. Fue la coartada perfecta que 10 años después del 11-M siguen utilizando. Durante dos días no lanzaron otro mensaje que ETA era la responsable del mayor crimen terrorista del país, cuando horas después del atentado desde las tierras de Arabia, Al Qaeda festejaba la masacre que habían provocado. Pero engañaron a más no poder con sus medios de comunicación de propaganda a todo un país y a unas víctimas que diez años después aún siguen siendo discriminadas en todos los homenajes por las víctimas del terrorismo. Porque la Asociación del 11-M hace unos días denunció que en un acto del Congreso no se mencionó a los fallecidos en el 11-M sino solo y exclusivamente lo hicieron con las víctimas de ETA.
ETA era la coartada perfecta del PP para detrás de esa palabra ser la bandera y el escudo protector de toda la sociedad ante la banda terrorista. Ahora que las armas se apagaron, el 25% de los vascos vuelven a votar y la izquierda abertzale le propina un enorme guantazo siendo una fuerza política con mucho poder en Euskadi al contrario que el clandestino Partido Popular vasco, vuelven con la palabra ETA como escudo protector ante cualquier manifestación que se haga en su contra, sea de lo que sea. Y ahora no hablamos de muertes ni atentados, ahora hablamos de derechos fundamentales que al parecer en los últimos tiempos defenderlos son ETA y para el PP con la libertad que tiene de decir lo que quiera necesita que su palabra ETA vuelva a sonar con fuerza cuando el agua los tiene ahogados al completo por las mentiras continuas que realizan a la población de este país. La banda terrorista dijo adiós, la izquierda abertzale volvió, Otegi sigue de manera inexplicable en la cárcel y la pregunta es ¿y si la verdadera ETA es el PP?
