Imagina que estás sentado en tu salón, viendo la tele, junto a tu familia. De repente llaman al timbre. Te levantas. Abres. Y es Mariano Rajoy. ¿Qué haces? Pues según el vídeo que se mostró en la convención del Partido Popular, la reacción de la gente es sonreírle, invitarle a un café y prácticamente darle besos, caricias y abrazos.
¿Pero esa es la auténtica realidad de lo que pasaría en todas las casas de España? Para los del PP sí, pero ya sabemos que ellos viven en ese maravilloso mundo de golosinas y piruletas. Probablemente en la mayoría de las casas de este país la recepción sería muy diferente.
¿Y si Rajoy llama a la puerta de un hogar con todos los miembros de esa familia en paro? ¿Habría sonrisas y afecto? O si llama a una casa en la que vive un enfermo de Hepatitis C que no puede recibir tratamiento, ¿le abrirían la puerta? O, por ejemplo, a un piso donde les abre una madre viuda a la que sólo le queda la pensión y sus dos hijos han tenido que emigrar a Alemania para poder trabajar, ¿ahí qué pasaría?
Ya sabemos que en años electorales, los partidos que gobiernan tienden a olvidar lo que han hecho en los años anteriores. Y sólo se acuerdan de las cosas buenas. Pero es que en el caso del Partido Popular, lo positivo es más bien poco y este vídeo sólo habla de un caso de amnesia brutal en su seno o más bien, tener una desvergüenza terrible presentar algo así a los ciudadanos.
No hila fino últimamente el PP con sus vídeos promocionales. Ver a Rajoy llamar a tu puerta o presentarse en una biblioteca ya es de chiste. Sin olvidar lo poco natural que parece Rajoy en general y mucho menos en cualquiera de esas situaciones que presentan en el vídeo.
Y fue mucho peor el vídeo de varios de estos señores del PP alrededor de una mesa cachondeándose de la ciudadanía española hablando de su gestión y diciendo les había faltado darle piel a las cifras. ¿A cuales? ¿A las de parados? ¿A las de recortes en sanidad o educación?
Por si fuera poco, después de la convención, de la salida de Bárcenas y sus declaraciones, va Mariano Rajoy y se presenta a dar una entrevista en Telecinco. No fallaron en eso de ‘La cadena amiga’ que promocionaban hace algunos años. Pocas entrevistas más suaves se pueden hacer al presidente del Gobierno que la realizada por Piqueras. Ni siquiera aquella de Hermida que también estuvo llena de jabón.
Rajoy estaba como en su casa y a Piqueras parecía que le estaba moviendo los labios González Pons. Apenas rozó el caso Bárcenas, defendió el bipartidismo y se fue agrandando con el paso de los minutos ante la timidez del entrevistador. Por supuesto que sería lo pactado pero es evidente que Rajoy, desde que es presidente del Gobierno, nunca ha sido puesto contra las cuerdas en ninguna entrevista.
Y es que si eso pasara, Mariano sacaría el plasma y todos a callar. Él es muy así. Lo que desde luego no va a hacer es ir casa por casa, barrio por barrio, hospital por hospital o colegio por colegio dando las gracias. Porque él nunca ha sido muy de calle. Le gustan más las convenciones del Partido Popular.
