Cuando usted esté leyendo esto, Isabel Pantoja debería estar en la cárcel. Sí, como lo oyen. La viuda de España, la tonadillera, la del “dientes, dientes que es lo que les jode”, la madre del DJ, etc. tendrá que estar pasando sus primeras horas en prisión por blanqueo de capitales. A lo hecho, pecho.
Isabel Pantoja va a ser de las primeras en pasar por la trena en este país de corruptos y caraduras. Porque la mayoría sigue en libertad, disfrutando de lo robado, riéndose de los ciudadanos y con años y años de proceso judicial a las espaldas. Pero con la Pantoja se ha querido ser “ejemplarizante”.
Y es que Isabel Pantoja tiene que estar en prisión porque cometió un delito. Así lo ha manifestado una y otra vez el Ministerio Público ante los múltiples recursos presentados por los abogados de la tonadillera. Otra página negra más en la vida de esta señora que no ha fallado ni una semana en las pantallas de televisión desde allá por los años ochenta.
Si Tarantino hubiera grabado la historia de Isabel podría haberse fijado en ese Django que nos volvió locos a muchos en los cines. Django Desencadenado. Django pidiendo y luchando por su libertad. Como la Pantoja. Como los pantojistas. Sí, hay pantojistas, lo juro.
Los pantojistas son como las believer o las gemeliers. Es un lobby que se mueve principalmente por las redes sociales tratando de conseguir justicia para la artista. Artista que cometió un dinero de blanqueo de capitales habría que recordarles. Están encabezados por su hijo Kiko Rivera, antes conocido como Paquirrín, y su hija Chabelita, además de muchos de estos que han salido a su paso para chupar de su carrera como artista.
Los pantojistas han pedido firmas, han buscado dinero para ayudarla a pagar la multa y ahora, antes de que llegue el temido momento, presionan en las redes sociales con carteles de todo tipo señalando al juez que la ha mandado a la cárcel y al Gobierno de España de esta espiral de locura que va a dar en la cárcel con la cantante.
A estas horas Isabel Pantoja ya debería estar en la cárcel. No irá a una cárcel cualquiera sino a una de esas especiales. Cárceles VIP que tenemos en España desde la época de Mario Conde. Isabel ha querido evitar el ingreso y ha agotado todo el tiempo posible. Y ha cabreado a muchos en las altas instancias de eso que algunos llaman la Justicia.
Por lo visto, se considera una cabeza de turco de todo esto. Podría ser. Pero lo que está claro es que Isabel Pantoja cometió un delito y tiene que cumplir su pena en prisión. La gente está muy harta de los corruptos y las imágenes de aquella época viviendo a todo trapo con Cachuli siguen muy frescas en nuestras cabezas.
Así que Isabel se convertirá en Pantoja Encadenada. Y luego en desencadenada. Porque de todo esto sacará tajada. Tanto ella como el ejército de defensores que irá de plató en plató hablando de su situación en la cárcel, de que es injusto… Mientras tanto Kiko Rivera seguirá llenando sorprendentemente discotecas de toda España y agitando Twitter con montajes pidiendo la libertad de su madre.
En una cosa le voy a dar la razón al DJ: si la Pantoja va a la cárcel, la Infanta Cristina debería ir detrás a compartir celda con ella. Y su marido también. Y los de la Gürtel; y Matas hasta el último minuto; y los del ‘caso Bárcenas’; y los de lo ERE de Andalucía; y un largo etcétera de corruptos que siguen disfrutando de libertad y del dinero robado.
Pero la primera de todos estos que entrará en la cárcel será la Pantoja. O no…
La ilustración que acompaña a este artículo es de Raquel G. Ibáñez.