La ‘marhuendización’ de lo que un día fue la izquierda

«Señor Sánchez, no se sorprenda si algún día los trabajadores le exigen que entregue la S y la O de sus siglas». Esto, que podría haber firmado Murray Magazine en cualquier a de sus editoriales, lo ha dicho Pablo Iglesias en su primera intervención en el pseudodebate de investidura que se han montado Pedro Sánchez y Albert Rivera en el Congreso de los Diputados.

Iglesias se ha convertido en el coco. Y no sólo para la rancia derecha que lleva atacando y aupando a Podemos y a su cara más visible desde que asomaron bien la pata tras las elecciones europeas, también se ha convertido en el enemigo a batir para el PSOE. Recordamos antes de seguir con este artículo que las siglas del PSOE son las siguientes: Partido SOCIALISTA OBRERO Español.

Sigamos.

A lo largo de las últimas semanas, estamos viendo ataques continuos a Podemos desde las filas del PSOE a todos los niveles. Es curioso, hemos escuchado a políticos ¿socialistas? ser más agresivos hacia Podemos que hacia el Partido Popular. Pero lo más extraño de todo es que algunos ataques han llegado de algunos que gobiernan gracias a ellos o que intentaron pactar con ellos a toda costa.

Resulta sorprendente escuchar a Fernández Vara o a García Page negar tres y más veces un posible pacto con la formación de Pablo Iglesias cuando no dudaron en suplicarles su apoyo para gobernar en sus comunidades autónomas. Ellos sí y Sánchez no… ¿Por qué? Lo mismo sucede con Susana Díaz que también lo intentó con Podemos pero finalmente se lanzó a los brazos de Ciudadanos.

¡Ay! Susana Díaz, qué personaje. La gran culpable de la deriva hacia el caos y la pasokización que vive el PSOE día a día. La primera en pactar con la derecha sin importarle para nada sus bases. Pero, ojo, cuando tocan las diputaciones en un posible acuerdo de gobierno se revuelve desde Andalucía, ya que son muchas bocas las que hay que seguir alimentando, ¿verdad, Susana?

No nos desviemos del sentido de este artículo. Volvamos a la marhuendización de lo que un día fue la izquierda, porque Susana Díaz no ha sido nunca muy de izquierdas.

Parecían condenados a entenderse al finalizar el recuento electoral el pasado 20D pero el paso de los días los fue distanciando. Entonces, en los portavoces y bases ¿socialistas?, tanto en los medios como en las redes sociales, comenzó a crecer ese odio y esa manía hacia Pablo Iglesias y Podemos por negarse a pactar y facilitar la investidura de Sánchez.

Sacar a Podemos en cualquier conversación, algo que durante años ha sido propio de miembros del PP, también es la coletilla de muchos políticos ¿socialistas? Acusan a Pablo Iglesias por no ceder en sus condiciones, lo critican por ejercer la pinza junto al PP y comienzan los ataques.

Sí, amigos del PSOE (en Murray Magazine tachamos las siglas Socialista y Obrero), es muy loable que no entréis por el aro de Podemos. Perfecto. ¿Pero por qué entráis por el aro de Ciudadanos, firmáis un pacto redactado por las empresas del IBEX y os lanzáis a los brazos de la derecha de Albert Rivera? ¿En serio pretendéis hacer creer a alguien que hace mal Podemos en no pactar con un partido como Ciudadanos?

Y entonces, después de todo esto, Pablo Iglesias y Podemos son el enemigo tanto para la derecha como desde lo que un día fue izquierda. Y uno lee El País y parece que esté leyendo ABC o La Razón. O ve a un cuñado de derechas compartiendo en redes sociales la misma mentira sobre Podemos que otro cuñado que algún día te dijo ser de izquierdas.

Ese odio y esos ataques con rabia, sacando a Pablo Iglesias a la palestra a la primera de cambio se han convertido en el nuevo «y tú más» del bipartidismo. No sorprende en la rancia derecha pero no deja de llamar la atención en lo que un día fue izquierda. Sí, es lo que hemos llamado la marhuendización del PSOE. También puede conocerse como la eduardoindaización.

En fin, una locura.

bluebird Comunicación
bluebird Comunicación
bluebird Comunicación
bluebird Comunicación

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.