«Rusia y Siria deben detener esta carnicería ya».
Así de tajante se muestra Pablo Marco, responsable de Operaciones de Médicos Sin Fronteras en Oriente Próximo, en un comunicado enviado ayer, en el que la ONG denuncia que los impactos reiterados de los ataques aéreos rusos y sirios sobre los hospitales de Alepo condenan a cientos de heridos a una muerte segura
«Los médicos están realizando cirugías cerebrales y abdominales a las víctimas de los bombardeos en el suelo de las salas de urgencias debido a la falta de quirófanos disponibles», explica Pablo.
La situación es, sin duda, terrrible: De los ocho hospitales que todavía funcionan en el este de la ciudad, cuatro de ellos y un banco de sangre han resultado afectados por bombardeos en un período de tan solo cuatro días.
El pasado 30 de septiembre dos hospitales en el este de Alepo apoyados por Médicos Sin Fronteras y un banco de sangre, entre otras instalaciones sanitarias, sufrieron daños por los constantes bombardeos indiscriminados. A pesar de esto, los equipos médicos han conseguido mantener operativos los centros.
El 1 de octubre el principal hospital de traumatología de la zona asediada de la ciudad resultó duramente dañado por los bombardeos y se vio obligado a cerrar. Dos días después, mientras los equipos de reconstrucción trabajaban para reparar los graves desperfectos de la instalación, la zona fue bombardeada de nuevo, causando víctimas mortales y agravando la situación del hospital.
Por último, el 2 de octubre un hospital de cirugía sufrió daños por los bombardeos, pero se mantuvo abierto.
Es necesario que todos y cada uno de nosotros nos unamos al grito que exige detener estos bombardeos, esta masacre de inocentes. ¡Basta ya!
Fotografía: MSF ©