Las imágenes son aterradoras. Tanto como sólo pueden serlo cuando de ellas se dice que parecen formar parte de una película. O de aquellos documentales que reflejan todo el horror vivido en el viejo continente durante la II Guerra Mundial.
Desgraciadamente, Europa ha perdido la memoria y lo que estamos viendo estos días no es ficción. Es la cruel realidad para miles de refugiados, que, tal y como denuncia Save the Children en un comunicado, corren el riesgo de morir congelados tras las nevadas y bajas temperaturas que han golpeado a Grecia y a los Balcanes en los últimos días.
De momento, ya hay que lamentar la muerte en el norte de Grecia de un refugiado afgano, que murió congelado cuando las temperaturas se desplomaron hasta los 14 grados bajo cero. En Bulgaria, el Ministerio del Interior ha informado de que el cuerpo de una mujer somalí fue encontrado congelado en la frontera sur del país. Varios medios de comunicación también hablan de que otros dos hombres iraquíes fueron encontrados muertos por congelación el pasado viernes en un bosque en el sureste de Bulgaria.
Según varias informaciones que recoge Save the Children, hasta el momento más de 40 personas, incluidos varios refugiados y migrantes, han muerto por el frío en la región. En los campos de refugiados de la zona, los niños y bebés son los más vulnerables a sufrir hipotermia al no tener forma de calentarse. Muchos viven en campamentos mal equipados, en edificios abandonados o en calles llenas de nieve.
En Belgrado, donde las temperaturas han llegado hasta los diez grados bajo cero, cientos de niños no acompañados, algunos de tan sólo diez y 11 años de edad, están entre los 1.200 refugiados y migrantes que duermen en el suelo de edificios abandonados y almacenes. Estos edificios no tienen ventanas, camas, agua ni aseos. Muchas de estas personas no tienen guantes o zapatos adecuados y ya se ha informado de varios casos de congelación. Además, en estos edificios los refugiados viven en muy malas condiciones higiénicas, con inodoros improvisados y zonas de acumulación de desechos cerca de donde los refugiados y los migrantes duermen, comen o pasan su tiempo.

Andreas Ring, portavoz de Save the Children en los Balcanes, alerta: «La falta de respuesta de la UE está dejando tirados en frío y la nieve a miles de refugiados y migrantes, incluidos niños no acompañados. La falta de voluntad política para ofrecer a los solicitantes de asilo alternativas seguras y legales para llegar a otros países de Europa, incluida la reunificación de niños y familias separadas, supone que ahora los refugiados y migrantes, que han sobrevivido a años de guerra, violencia y peligrosos viajes para llegar a un sitio seguro, pueden morir congelados en Europa. Es necesario el acceso inmediato a refugios adecuados para todos los refugiados y migrantes, independientemente de su situación, para evitar más muertes innecesarias, especialmente de niños».
El acuerdo de la UE con Turquía ha dejado a la gente en condiciones desesperadas. En la Grecia continental, miles de personas están en almacenes industriales que no son aptos para vivir, y mucho menos con temperaturas bajo cero. En las islas griegas, más de 16.000 refugiados viven en campamentos abarrotados. La mayoría de estos campamentos se encuentran al aire libre, donde las tiendas se están derrumbando bajo la nieve. Las condiciones en el centro de detención de Moria, en la isla de Lesbos, son particularmente graves, con al menos 4.000 personas en una instalación diseñada para sólo 2.000.
«Está claro que la política de la UE ha fracasado. El invierno pasado, las tiendas de refugiados y de inmigrantes se hundían en el barro en el campamento de Idomeni, en la frontera griega con la Antigua República Yugoslava de Macedonia. Ahora las tiendas se están sepultando bajo la nieve en los campamentos a los que fueron trasladados. Para los solicitantes de asilo, este es el único cambio que han visto en los últimos 12 meses, a pesar de las promesas. Sin embargo, a pesar de los intentos de la UE de disuadirlos, deportarlos y detenerlos, la gente sigue llegando a los Balcanes », explica Ring.
En Serbia, Save the Children estima que entre 80 y 100 personas entran al país cada día, además de los 7.200 refugiados y migrantes que actualmente están bloqueados allí. En Grecia, un promedio de 54 personas llegaron diariamente en diciembre, causando una acumulación masiva en las islas, donde 63.000 solicitantes de asilo siguen bloqueados.
«La UE puede cambiar la situación de estas personas, pero no está dispuesta a hacerlo. Si garantizan vías seguras y legales para llegar a los Estados miembros de la UE, aceleran el acceso a los procedimientos de asilo e invierten en mejorar las condiciones de acogida, especialmente para los más vulnerables, se pueden prevenir muchas más muertes», añade Ring.
Fotografía principal: Tatjana Ristic / Save the Children ©