Un descalabro electoral del Partido Popular es siempre motivo de alegría. Pero anoche fui incapaz de sentirla. Anoche no sentí absolutamente nada. No hay nada peor que la nada. Y eso es lo que ha pasado en Andalucía: nada. La vida sigue igual. Bajo los adoquines, Susana Díaz.
Y, con ella, el partido que tiene la desvergüenza de llamarse socialista y obrero. El partido de los EREs. El partido de la corrupción. El partido que tiene, desde la Transición, un negocio redondo a medias con ese otro partido que nos lo ha teñido todo de azul. Unos y otros deben estar descojonándose de todos nosotros.
Tenía la (ilusa) esperanza en que ayer comenzase algo nuevo, que un haz de luz irrumpiese en este país iluminando el camino del cambio. Porque me niego a creer que también nos han perdido la dignidad. Pero España sigue oscura. Todavía no ha empezado a amanecer.
Cuando los andaluces despertaron, el dinosaurio seguía ahí.
Fotografía: Norm Lamier ©
Bienvenida a Andalucía, Pilar. Ah, con el tiempo todo se pasa. Incluso la juventud.
Estas elecciones han puesto en su justo lugar a todos en este pais. En Andalucia la corrupcion es la norma y la vida, debe mantenerse por el bien de muchos, y para eso nada mejor que el PSOE andaluz. En Castilla La Mancha la Cospe impagadora a la p… calle, y los socialistas arruinadores al gobierno, cojonudo, se lo merecen. En Madrid, el dinosaurio Carmena traera nuevos aires a los madrileños, espero que cuando la ultima empresa se vaya a la periferia, se den cuenta de la cagada. El PSOE de los carcamales se tira en brazos del marxismo de Podemos por doquier, mientras Felipe se palpa porque no se lo cree. El PP a su bola, despuesde colocar la deuda a casi el 100% del PIB, ni siquiera ha sido capaz de decir claro a los idiotizados españolitos que los recortes han sido un timo a Bruselas. Nos merecemos este puto pais sin ninguna duda.