*AVISO: es probable que, si usted sólo consume información vía TV o vía importantes periódicos, no haya oído hablar de esto.
Dicen que cuando un perro ataca a un humano y prueba la sangre hay que sacrificarlo, porque querrá más sangre. Dicen.
Pues algo así les pasa a las entidades de gestión, pero con el dinero. Pero nadie los sacrifica, al contrario, ganan en beneficios por parte del poder.
Con ello no quiero decir que las entidades de gestión sean el mal, al menos no todas, también hacen cosas buenas, para sus socios.
Si la SGAE tuvo su cuota de pantalla y popularidad durante los años de inadaptación a la era digital, y acabaron callados porque el pufo venía de dentro, ahora es el turno de CEDRO, y de su cría, AEDE.
AEDE es la Asociación de Editores de Diarios Españoles, y en los últimos años, por la inadaptación a la discrupción producida por el viro de la industria digital, ha visto reducida considerablemente su recaudación. En lugar de optar por un nuevo sistema, ha preferido con plantear una locura en la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual: Lo llaman la “tasa Google”, para criminalizar al buscador, cuando en realidad debería ser conocida como “canon AEDE”.
Se trata de una nueva tasa impuesta a los agregadores de noticias, con la justificación de que la puesta a disposición de artículos periodísticos de distintos medios con un breve fragmento, vulnera la propiedad intelectual de sus autores. Culpando a esos agregadores de la merma económica que vienen padeciendo.
Agregadores que en todo caso enlazan y remiten a la página original de la noticia.
La tasa saca de un plumazo derechos fundamentales como es el acceso a la información (artículo 20 de la Constitución Española). Este nuevo impuesto revolucionario afectará a todos los agregadores, grandes y pequeños como Google News, Yahoo News o Menéame. Los cuales no indexan contenidos sin permiso, como pudiera parecer a tenor de las premisas de la AEDE para la imposición de este arancel a la información, sino que aparece quién quiere aparecer.
¿Y eso a mí que comparto enlaces de gatitos en Facebook cómo me afecta?
Tras la aprobación del anteproyecto estaba la duda si también afectaría a las redes sociales, puesto que realizan la misma labor, los usuarios suben enlaces donde aparece una breve introducción al contenido, y con un solo click te dirige a la fuente original en todo caso. Pero el Gobierno no tardó en exculpar a las redes sociales vía nota de prensa, y no les afectará esta medida, sólo a los agregadores de noticias que hemos indicado antes.
Así que tranquilo, podrás seguir compartiendo noticias libremente sin rascarte el bolsillo.
Pero como ciudadano se te limita el derecho de información, la libre distribución de contenidos en internet. Estamos demasiado informados, y es demasiado fácil hacerlo.
E incluso, podría afectar al usuario generador de contenidos, ya que la nueva norma está plagada de inseguridad jurídica y de términos imprecisos, no queda claro si un blog que contenga enlaces de estas fuentes genere ese derecho irrenunciable de cobrar.
Retiran, al menos en lo que a artículos periodísticos se refiere, el derecho de cita por la actual Ley de Propiedad Intelectual.
Hiprocresía
Es una medida hipócrita, puesto que no quieren acabar con los mismos, ya que son una fuente de entrada de usuarios y visitas inmensa. De hecho, la mayoría de enlaces de noticias que nos llegan son tomados de alguna de estos agregadores.
Los mismos no cobran por este servicio, Google vive de la gestión de datos y publicidad (por poner un ejemplo), pero los editores los han demonizado con el único pretexto de recaudar unos 80 millones de euros estimados al año.
Rectifico lo de editores, no todos los editores forman parte de la Aede, sólo los grandes grupos mediáticos que copan el periodismo español (Prisa, Vocento, Zeta…)
Contra los agregadores, pero no sin ellos.
Los medios invierten en su posicionamiento en Google. De manera indirecta, que una noticia salga bien posicionada asociada a un tema de actualidad supone una cantidad de visitas incalculable, y eso es un caramelo que se cotiza alto.
Podemos cobrar por ti
Algo así debe estar pensando el sector que copa la prensa española.
Por el mero hecho de que agreguen una noticia del medio ya se genera un derecho irrenunciable a favor de CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos), que se erige así como salvador de la propiedad intelectual de todos, hasta de los que creen en la propiedad intelectual no como una traba sino como un elemento que puede favorecer el acceso a la información y a la cultura.
Explico lo anterior. Si un medio ofrece sus contenidos bajo licencias Copyleft o Creative Commons, precisamente para favorecer su distribución, si agregan esos contenidos y no son socios de la AEDE, cobrará ésta en su nombre, pero no podrán aquellos reclamar su parte, sino que ésta lo repartirá entre sus socios. Podemos considerarlo como una campaña de fidelización de socios estupenda, o como una campaña que vuelve a inflar los bolsillos de un lobby inadaptado y que se dispara así mismo.
Es decir, si Murray Magazine, que tiene la posibilidad de agregar sus contenidos a Menéame, y que no forma parte de la AEDE y no cobra por sus contenidos a los usuarios, la AEDE cobrará a Menéame por ese contenido, pero lo repartirá entre sus socios sin que Murray pueda reclamar nada.
David Bravo ya lo definió acertadamente hace unos meses como “El sueño húmedo de la AEDE”.
¿Y ahora qué?
Pues viendo que esto no es nuevo, ya se ha intentado en Bélgica y Alemania, teniendo que retroceder y retirar dicha tasa, se espera que aquí pase lo mismo. Pero ya sabemos que este Gobierno no dejará de sorprendernos. Así que no debería extrañar que siga hacia adelante. Ello supondrá o bien que los agregadores retiren sus sedes de España, o que, los más modestos, desaparezcan.
Con la mayoría absoluta del gobierno pasará el corte en el Senado sin problemas, así que es la hora de ingeniar nuevas salidas. Tecnológicas y legales para que la libre disposición de contenidos siga fluyendo.
Aún así, no debemos dejar de mirar el resto de enmiendas que contiene esta reforma. Ya que aunque esta sea la que más revuelo mediático, la reforma lleva unos cuantos huevos de pascua: una nueva tasa universitaria por considerar que todo lo que pasa por las Aulas Virtuales vulnera derechos de propiedad intelectual (aunque sean Creative Commons), o un refuerzo en la persecución de las páginas de enlaces…
Todas ellas, ejemplo de la falta de adaptación de las industrias tradicionales, ancladas en un poder sectorial, que en lugar de adaptarse a la situación económica y digital tratan de disparar contra todo lo que se mueve, cuando el enemigo lo tienen en casa.
No se puede, no se debe, legislar al antojo de unos pocos, sin conocer el medio que van a regular. Va contra el propio espíritu de internet tratar de poner trabas a su funcionamiento. No se puede atrapar el agua con las manos.
No es el primer caso, ni el último. Nadie renuncia a su cuota de poder, y si puede ser sin cambiar mejor que mejor. Veremos hasta donde son capaces de llegar. Veremos hasta donde somos capaces de aguantar.
La imagen que acompaña a este artículo es de canonaede.org