Cuando un niño sabe cubrirse las espaldas bien
entreteniéndose a la guerra
es como la mirada de Nuur
que de primeras no entendí bien
cuando le hablé de mi hermana pequeña
y a los dos días me contó cómo
habían tiroteado a la suya
delante de ella
Cuando un niño sabe cubrirse las espaldas bien
mientras te apunta a la frente con sus ganas de jugar
es como yo enamorándome de la melena
negra de María al quitarse el hiyab de la cabeza en su haima
para demostrarme su necesidad de acondicionador
Cuando un niño sabe cubrirse las espaldas bien
cruzando rápido de calle a calle
y apoyando impecablemente su espalda en el muro
es como todas sus pequeñas uñas llenas de tierra
asomando por la reja del almacén porque quieren entrar
como si eso fuera algo
Cuando un niño sabe cubrirse las espaldas bien
arrugando el entrecejo para afinar su puntería
es como aquella otra pequeña
comiendo flores venenosas,
saltando a los rápidos del río sin saber nadar
tumbándose en la carretera sin más
perdiendo la noción del umbral de la peligrosidad
Cuando un niño sabe cubrirse las espaldas bien
quizás tú y yo no hicimos algo bien.
En Filippiada viven alrededor de 600 personas, la mayoría sirias. El 40% de ellas son niños. Ángela está allí, junto a la ONG Olvidados, atendiendo a las necesidades más básicas de aquellos que, un día, tuvieron que abandonarlo todo mientras a su alrededor caían bombas. Aquí te contamos qué podemos hacer nosotros.
Fotografía: Aubrey Wade / Oxfam ©
He llorado amargamente al leer ésto porque aunque intuyo la desgracia en grado superlativo, estoy segura de que no se acerca a la verdad, ni tan siquiera con las fotos que nos llegan.GRACIAS al destino que ha querido que forme parte de vuestras vidas, mi vida, sin sentido aquí, cobra sosiego y calma ante las adversidades a las que me somete la vida.
He comprendido que son polvo em un desierto.
Ánimo. Os quiero Estrella y Emiliano
Quiero hacer una aclaración al comentario dejado anteriormente: en lugar de decir Angela dije Estrella. Lo siento y pido disculpas por ello.Tambien me gustaría agradecerles el compartir con nosotros esos momentos que hace que nos sintamos un poco más cerca de ellos y de esas familias que ya forman parte de las suyas y por tanto un poco d todos nosotros
Emiliano, Angela os deseo lo mejor del mundo, aunque creo que ya lo habéis encontrado o estáis muy cerca de ello.
Mil besos