Algo se mueve en Zarzuela estos días. Y no. No son nervios por la abdicación de Juan Carlos y el traspaso de poderes al niño bonito de la casa. Eso está todo atado y bien atado por ellos y sus amigotes. Los nervios son miedo. Miedo a que el Rey (hasta ahora y por la gracia de Francisco Franco) pierda sus privilegios inmensos que tiene como aforado y protector de esta España mía, esta España nuestra.
Juan Carlos I (te quiere el mundo entero) tiene miedo. Miedo de que algún desalmado (probablemente perroflauta) se presente en los tribunales con una querella por algunos de los múltiples chanchullos que le han hecho poseedor de una fortuna aproximada de 2.000 millones de euros y lo cruja con la Ley en la mano. Hasta ahora el Rey ha sido inviolable. Bueno, el Rey no: su figura. Y eso pasará, como el trono y la Corona, a ser propiedad de Felipe VI.
Por eso hay nervios. Y somos capaces de imaginar a Juan Carlos moviéndose lentamente por los pasillos del Palacio de la Zarzuela con el teléfono llamando a Rajoy, a Rubalcaba, a Gallardón, a Posada… Y a todo el que pueda, en plan Azúcar Moreno cantando eso de ‘Afórame otra vez’:
Afórame otra vez, afórame otra vez
Ven afórame con tus leyes
Que a poco que puedan
algunos me quieren joder.
Ay afórame otra vez, afórame otra vez
Que yo os he tapado chanchullos
Y ahora me quitan poder.
Pero Juan Carlos I (te quiere el mundo entero) no tiene que preocuparse. La maquinaria del Régimen se ha puesto en marcha y proteger al padre de la criatura es una prioridad absoluta para el Gobierno de España. Y con prisas. Se espera que antes de un mes eso también quede atado y bien atado. Y antes no porque no se puede. Lo último ha sido conocer la gran razón de Jesús Posada para acelerar estos trámites: ha urgido a aforar al Rey para evitar “un follón”.
¿Un follón? ¿Qué follón? ¿Qué ha hecho este hombre para que tengan tantas prisas y tanto miedo a que deje de tener esa figura inviolable? ¿Es por los osos? ¿Por los elefantes? ¿Por el Fortuna? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Qué ocultará Juan Carlos I al que parece ser que no le quiere el mundo entero?
Lo que está claro es que los susurros del Rey a Rajoy y compañía casi no han sido necesarios y el Borbón mayor del Reino será aforado en un plazo breve. Pero… ¿Y en ese plazo en el que no es inviolable al cien por cien su figura? Quizás alguien se acerque a poner una denuncia contra Juan Carlos I de Borbón y Borbón-Dos Sicilias (ya no Rey de España) y se líe. O no. Que estos lo tienen todo muy bien atado.
¡Ay! ¡Afórame otra vez!